La red moderna no puede depender de soluciones anticuadas.

La imprevisibilidad de las energías renovables pone en peligro la estabilidad de la red eléctrica y provoca apagones. Los sistemas convencionales tienen dificultades para hacer frente al aumento de las energías renovables, lo que pone en peligro la seguridad del suministro.
La demanda mundial de energía aumentará un 60% de aquí a 2040. No bastará con aumentar la producción para garantizar la estabilidad de la red.